El 7 de agosto de 2019, el régimen cubano condenó al periodista Jesús Quiñones a un año en un campo de trabajo por cargos en su contra que no informaron sino hasta minutos antes del juicio, tampoco le permitieron representación legal en la sala del tribunal, adicionalmente los fiscales del régimen no le permitieron presentar pruebas de sus heridas a manos de la policía que lo arrestó. En marzo 2020, le negaron la libertad condicional, y hace pocos días terminó su condena, es la razón central que el Secretario de Estado de Estados Unidos de Norteamérica, Michael R. Pompeo señala en su declaración de prensa en la que llama a sus socios democráticos antes de tener algún trato con Cuba, respetar los derechos humanos.

El gobierno estadounidense reconoce al encarcelamiento del periodista Quiñones »como sufrimiento indebido como preso de conciencia en Cuba» y reiteraron que »fue injusto por el simple hecho de hacer su trabajo y único “crimen” es trabajar por una sociedad más transparente».

Subrayan que el régimen cubano utiliza cualquier excusa para silenciar a sus críticos y violar los derechos humanos, incluidos los derechos a la libertad de expresión y las garantías de un juicio justo que no tuvo el periodista cubano Jesús Quiñones, al que calificaron, igualmente su detención, como flagrante desprecio por las normas legales, típico del régimen cubano.

Antes, el Secretario de Estado de Estados Unidos de Norteamérica, Michael R. Pompeo, afirmó que su país continuará »utilizando sanciones específicas y restricciones comerciales para cortar los recursos del régimen cubano, que utiliza sus ingresos para reprimir a su propio pueblo y apuntalar al régimen de Maduro en Venezuela».